Panorama sindical: Declive – por Lucas Molinari
Las consecuencias de aliarse al Norte. En esta edición, avanzada antinacional, la CGT pide consenso y despidos en Clarín. De yapa, batalla cultural
Por Lucas Molinari
Durante seis domingos no salió este Panorama y ha pasado de todo. Se profundizó la crisis social al ritmo vertiginoso de la inflación, al mismo tiempo que primeras líneas del gobierno estadounidense vinieron de visita para planificar el saqueo de nuestras riquezas. Es un tiempo de declive en la política argentina porque la mayoría de la dirigencia profesional está encorsetada en una concepción colonial. Y este pueblo, por el contrario, tiene un destino de grandeza.
“Todas las noches me pregunto por qué todos los países tienen que comerciar respaldados por el dólar”, expresó Lula Da Silva en su viaje oficial a China y continuó: “¿Por qué no podemos comerciar respaldados con nuestras propias monedas? ¿Quién decidió que el dólar fuera la moneda (global) tras la desaparición del patrón oro? ¿Por qué no el yuan o el real o el peso?”
La analista Mónica Peralta Ramos explica la importancia de lo que está ocurriendo a nivel mundial: “La decisión de los BRICS de comerciar con una moneda propia, basada en una canasta de monedas regionales, referida al oro y a un grupo de bienes estratégicos y eventualmente cristalizada en una moneda digital, plantea un peligro especial para el dólar: el núcleo de los BRICS representa el 40% de la población mundial y responde por el 31.5% del PBI global, superando a las economías más desarrolladas reunidas en el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido), que en conjunto responden por el 30.7% del PBI global. Pareciera, pues, que los BRICS son la punta de lanza del avance hacia una desdolarización mundial”.
La visita de Lula a Shangai fue principalmente para asistir a la asunción de Dilma Rousseff al frente del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del BRICS y también firmó interesantes acuerdos bilaterales. “Cuando el Fondo Monetario Internacional presta a un país del tercer mundo, se siente en el derecho de mandar, de administrar las cuentas de esas naciones, como si fueran sus rehenes”, planteó el presidente brasilero que instó a que el NBD preste “dinero con miras a ayudar a los países en desarrollo y no sofocarlos”, porque ya “acumulan deudas impagables”.
Sin embargo, por estas pampas las propuestas políticas parecen todas conducir a Washington, es decir al bando perdedor de la Multipolaridad. Quienes dicen rechazar ese camino, no explican qué hacer. Como cuando se votó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en el Congreso.
En estas semanas llegaron al país, funcionarios de peso del Imperio yanqui. El titular de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, Christopher Hanson, recorrió las centrales Atucha I y II, donde se desarrolla el proyecto del reactor argentino Carem y viajó a Bariloche para conocer el Centro Atómico Bariloche, de la CNEA. “La visita se da en el marco de las presiones que viene ejerciendo Estados Unidos para impedir que Argentina avance en el acuerdo de construir una cuarta central nuclear, Atucha III, de la mano del financiamiento y tecnología que proveerá China”, detalló el periodista Raúl Dellatorre que aclaró: la visita “no está inscripta en ningún convenio bilateral de cooperación o colaboración en materia nuclear”.
También estuvo Wendy Sherman, vicesecretaria de Estado estadounidense, la numero dos de Antony Blinken. Antes de aterrizar en nuestro país se reunió con Sergio Massa en República Dominicana. El ministro de Economía iba para el norte y mantuvo un encuentro de hora y media en el que pidió “fondos frescos” del BID y del Banco Mundial sumado a los ruegos de tener un apoyo en las negociaciones con el FMI.
Sherman, por su parte, fue al hueso: Reiteró el interés por el litio, Vaca Muerta, el ingreso de productos de la industria farmacéutica de EEUU, entre otros puntos.
En Buenos Aires, la enviada de la Casa Blanca mantuvo múltiples reuniones con funcionarios e instituciones. Cabe destacar el encuentro con dirigentes sindicales. Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales y líder la Uocra, fue con Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (obras sanitarias) y Marta Pujadas (abogada de la central).
Martinez difundió que “analizaron la situación socio-económica argentina, la visión sindical respecto del dialogo social y la búsqueda de consensos orientados a mejorar las condiciones y calidad de vida de los sectores más postergados”.
Sherman, con el estilo bravucón de los colonialistas, declaró en su visita al país: “Si los ciudadanos aportan el dolor a corto plazo para poner a la Argentina sobre una base económica sólida que abra la puerta a los inversores de una forma significativa“.
Como si fuera poco, llegó Laura Richardon, la jefa del Comando Sur. La misma que en enero habló en el Atlantic Council, un think tank vinculado a la OTAN, discurso que se viralizó por la desfachatez con la que expresaba su vocación imperial. “¿Por qué es importante América latina?”, dijo en ese evento en modo retórico para afirmar: “Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, está el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60 % del litio del mundo se encuentra en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile”, y continuó, “los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro” y el “31 % del agua dulce del mundo en esta región”.
Declaraciones que no tuvieron repudio público en la dirigencia del Frente de Todos. Esta vez, Richardson se reunió con el ministro de Defensa Jorge Taiana y con el jefe de las Fuerzas Armadas, Juan Martín Paleo.
Pero la gringa sí tuvo su rechazo en las calles. El pasado lunes se movilizó el Encuentro Patriótico al ministerio de Defensa y se detuvo primero en Desarrollo Social para denunciar: “La agenda de miseria planificada que desnuda el “Staff Report” del FMI se ejecuta en forma obediente contra nuestro pueblo humilde, quien viene soportando las consecuencias inocultables de un modelo económico que sólo asegura distribución de la riqueza en los balances de los grupos económicos”.
Marcha contra la presencia de Laura Ricardson, jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, en Argentina
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— Radio Gráfica (@radiografica893) April 17, 2023
Sobre el Staff Report del FMI vale resaltar dos aspectos del ajuste que se viene: “focalización de los subsidios a la energía y la asistencia social” planteó el organismo como una hoja de ruta a seguir y subrayó que el “costo fiscal de la nueva moratoria de pensiones debe mitigarse a través de regulaciones estrictas”.
Es decir, que una de las pocas leyes festejadas por el gobierno está siendo condicionada por el Fondo y maquillada por la titular del Anses, Fernanda Raverta: “Para poder iniciar una jubilación con un Plan de Pago tenes que pasar un nivel socioeconómico que evalúa ingresos, gastos (de tarjeta de crédito y débito) y patrimonio“, explicó la funcionaria esta semana, y enumeró las incompatibilidades definidas en la aplicación de la ley: “Otra cosa que tenes que pasar es la evaluación de no tener que un programa de empleo, un plan social, el Potenciar Trabajo, como tampoco no tener más de una jubilación mínima y algunas otras cuestiones“.
Mientras tanto, la preocupación central de las principales figuras de la coalición gobernante está en cómo dirimir la cuestión electoral. Un video de twitter del 18 de mayo de 2019 eligió a Alberto Fernández como candidato, mientras este viernes 21 de abril del 2023 el primer mandatario anunció, por la misma plataforma, que no va a presentarse para ser reelegido.
Cuatro años de declive. Que se profundiza a un ritmo tan acelerado como el inflacionario. Porque la política profesional se muestra impotente ante un escenario cada vez más incierto.
Mientras en el Foro de Llao Llao la oposición vendepatria se divide entre “devaluacionistas y dolarizadores”, hay una alarmante ausencia de propuestas económicas desde el Campo Nacional.
Horacio Rovelli explicitó la disputa al interior de la clase dominante, “entre las grandes empresas nacionales (Techint, Pérez Companc, los Bulgheroni, etc) y los bancos que hacen negocio con el cambio y ganan fortuna con la devaluación, contra los grandes fondos de cobertura, que son a su vez los acreedores de la Argentina (Black Rock, Templeton), que quieren dolarizar”.
“Estamos a tiempo” planteó la CGT esta semana, con un documento escrito por Gerardo Martínez que va en línea con sus expresiones tras la reunión con Sherman. La central obrera prepara un acto en Defensores de Belgrano para 20 mil asistentes. Será el 2 de mayo y pareciera que Sergio Massa tendrá protagonismo.
El ministro de Economía no puede dar buenas noticias para la base trabajadora, salvo para los 600 mil que pagan Ganancias. Una minoría que contrasta con millones que no llegan a fin de mes. Una mayoría en la que crece el descontento y la bronca, que podría derivar en una alta abstención electoral hacia agosto y octubre.
Previamente hablará Cristina Fernández. Será el jueves 27 de abril en el Teatro Argentino de La Plata, a veinte años del triunfo electoral de Néstor Kirchner. Mucha dirigencia espera una “jugada maestra” aunque la vicepresidenta dejó en claro que no hace magia. Sus fuertes críticas al tándem Guzmán-Kulfas son recordadas por su hijo Máximo para buscar desmarcarse, como corriente interna, del desbarajuste económico actual. Lo que no explican son las razones de su firme alianza con Sergio Massa, cuya gestión contradice las premisas kirchneristas.
Vale recordar que en 2022, en el Consejo de las Américas, el embajador Marc Stanley le habló a Larreta y a Massa: “No esperen a las elecciones, armen una coalición ya“, que podemos arriesgarnos a traducir como: “Sin Macri ni Cristina”. El Jefe de Gobierno ya afirmó su autonomía al definir cómo se votará en CABA y profundizó su alianza con los radicales. Por su parte, el dirigente del Frente Renovador que tiene tantas conexiones con el Norte, ya demostró durante el macrismo cómo ser opo-oficialista.
LA CGT PIDE CONSENSO
Previo a la reunión de Concejo Directivo, el secretario adjunto de SMATA y referente del Frente Sindical, Mario Manrique, hizo declaraciones a diferentes medios que representa la bronca de mucha militancia. Cuestionó la idea de hacer un acuerdo social “con los mismos empresarios que piden dolarizar y que están desestabilizando al Gobierno” y en referencia a los 140 empresarios que se reunieron en el hotel Llao Llao, declaró: “quieren prender fuego el país; a ellos hay que prenderlos fuego”.
Manrique argumentó: “No puedo pedir un acuerdo con empresarios que están desestabilizando y que llevaron el dólar a 400 pesos y la inflación arriba del 100 por ciento. Es perder el tiempo, ellos ya decidieron que me van a pisar. Cuando la espalda llega a la pared, o te entregás o salís para adelante y te llevás puesto lo que tengas que llevarte puesto, y la espalda ya llegó a la pared”.
Y continuó: “Estamos naturalizando que se hable de dolarización y una medida así nos va a llevar a un estado de conflictividad; eso debería decirlo la CGT. La gente nos va a castigar y se va a cumplir la profecía de Perón de que la gente hará tronar el escarmiento y que será con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”.
Finalmente, planteó: “Ojalá en el movimiento obrero podamos unificar criterios pero temo que eso va a suceder recién después de las elecciones. El ´Círculo Rojo´ en cambio, ya tomó posición y puede decir que somos mafiosos y que hay que meternos hachazos sin que eso le preocupe a nadie”.
Manrique dejó en claro que hay capacidad de resistencia en etapas de gobiernos antinacionales, pero falta empuje sindical cuando hay administraciones afines. Lo cierto es que él no participó de la reunión de Consejo Directivo, lo hizo la otra representante de SMATA en la Secretaría Gremial, Laura Lorenzo. Quien sí estuvo es Pablo Moyano, que acordó una tregua con la “Mesa Chica” cegetista. “El acercamiento se facilitó, en particular, por la incertidumbre que alcanza a todos los núcleos internos por el futuro electoral del Frente de Todos”, explicó el periodista Mariano Martín.
¿Qué decir del documento de la CGT? Escrito por Gerardo Martínez le habla a “la dirigencia política, sin distinciones partidarias” alertando que “no hay más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social”.
Para ello propone:
“Reducir los actuales índices de inflación, verdadero impuesto a la pobreza que deteriora los salarios y afecta la previsibilidad en materia de inversiones impactando negativamente en todas las variables.
La defensa del aparato productivo nacional y la instrumentación de políticas que promuevan el empleo genuino
El fomento al trabajo argentino a través de prácticas exportadoras con valor agregado”.
Estos son los primeros tres puntos que podrían estar en un documento patronal o en una plataforma de cualquier espacio político. Porque lo que no explicita es QUÉ HACER.
Como un ejemplo claro, vale retomar algunos ejes del programa de 26 puntos de la CGT de los años `80 que lideró Saúl Ubaldini. Allí planteaba como primer punto:
“Establecer una moratoria para el pago de los servicios de la pretendida deuda externa, en razón de la necesidad vital de aplicar los recursos nacionales a la inmediata reactivación de la economía nacional”.
Luego proponía: “Colocar el sistema financiero al servicio del país mediante un Banco Central que actúe como orientador del crédito, Privilegiando las actividades productivas, a través de una ley de entidades financieras de prioritario tratamiento por el Congreso de la Nación para poner coto a un sistema financiero dirigido aun por la ley 21526, de la dictadura, que desestabilizó a todo el sistema productivo a través de la especulación y concertación del crédito”.
Propuestas que tienen plena vigencia y que son discutidas en el seno de muchas organizaciones populares, pero que no tienen, por ahora, una expresión política. Quizá porque la dirigencia se adecuó al discurso de la “falta de relaciones de fuerza”. En una dinámica de “construcción” que el pensador nacional Carlos Avondoglio denomina “comodidad mutua asegurada”: “la política profesional encapsulada en su monólogo, los sindicatos en su intermitente silencio (o en sus pugnas sectoriales)”.
DESPIDOS EN CLARÍN
El sábado 15 de abril Sipreba (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) tuvo su Asamblea General y definió un plan de lucha para mejorar los salarios de la actividad. Se trata de la primera paritaria tras haber conquistado la personería gremial.
En el plenario se analizó la grave situación producto de “sueldos por debajo de la canasta básica”. Participaron dirigentes de gremios de prensa de otras provincias, como Córdoba y Tucumán, que integran FATPREN.
También se informó de un fallo judicial, de segunda instancia, de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, que ordenó reinstalar a un afiliado a Sipreba, Alberto Romero, despedido por Clarín de la planta Zepita (donde se imprime el diario) en 2018 por integrar la Junta Electoral para la elección de comisión interna.
La Asamblea tuvo, como último orador, a Pablo Llonto, despedido de Clarín en el año 2000 por pelear por la organización sindical en ese multimedio. Dio un emotivo discurso remarcando el crecimiento del sindicato y el desafío de continuar dando pelea por la organización del gremio de prensa.
Se votó el plan de lucha por la paritaria que tendría el martes 18 de abril su primer paso en coordinación con sindicatos de las provincias.
Pero horas después, en la madrugada del domingo, el despido de 48 trabajadores/as de Clarín cambió la agenda.
El ministerio de Trabajo de Nación declaró el mismo domingo la conciliación obligatoria por quince días hábiles, que puede extenderse por cinco días más.
Recién el martes la empresa aceptó la conciliación y el viernes el sindicato realizó un acto frente al edificio de la calle Tacuarí, que acompañaron movimientos sociales que integran “La Patria es el otro”, entre dirigentes y militancia de varios gremios.
En diálogo con Gráfica, el delegado de la comisión interna Sebastián Díaz, contó: “La negociación no sabemos dónde va a terminar pero sabemos que estamos dando una pelea digna y que vamos a seguir reclamando por nuestros compañeros y compañeras que quieren ser reincorporados. Y por las condiciones de laburo. Porque no sólo son despidos, es un mensaje disciplinador y es una forma más de precarización a la que nos somete la empresa”.
En la redacción de Clarín hay 300 periodistas y en AGEA hay 1000 laburantes en total. Díaz destacó: “Muchas veces se piensa que porque trabajamos en Clarín somos privilegiados, pero no, somos trabajadores precarizados. La enorme mayoría no llega a la canasta básica”.
“Somos dialoguistas, queremos discutir y que nuestros compañeros estén mejor”, remarcó el delegado y finalmente contó de una reivindicación que vienen repitiendo sin éxito: “Clarín es dueño de Fibertel, de Telecom y nos niegan el cable, el celular, incluso para los que hacen teletrabajo. Es un reclamo que venimos haciendo desde que recuperamos la actividad gremial. Hay un montón de cosas que la empresa podría hacer, pero no hace porque pareciera que lo que le importa es disciplinar y maltratar a sus empleados”.
YAPA, BATALLA CULTURAL
El 11 de abril participé del Plenario de Delegados de Base de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón, en el panel sobre “batalla cultural“.
Fue una linda instancia para empezar a volver al ruedo. Es que el lunes 6 de marzo tuve un accidente en Gráfica Patricios, donde funciona nuestra radio. Un paso en falso en una chapa de fibrocemento me llevó a caer y romperme los brazos. “Una caída con suerte” repitieron los médicos, que preguntaron por mi oficio.
Ser periodista en un medio cooperativo implica otras tareas, en mi caso de gestión política, administrativa y coordinación de ciertos trabajos de mantenimiento. También la realización de algunas reparaciones. Así hemos forjado, a veces “atando con alambre”, esta realidad vigorosa que es la Gráfica que creció sobre todo por el apoyo de organizaciones populares y la implementación de políticas públicas (como el FOMECA).
Mucho por aprender y por seguir recuperando, sobre todo en movilidad de los brazos que escriben estas líneas.
Agradecer a Ernesto Torres y Daniel Yofra la invitación al panel que ese martes compartimos con el periodista Pablo Waisberg y dirigenta Carla Gaudensi. Un orgullo haber aportado ante un nutrido auditorio obrero algunas reflexiones urgentes sobre nuestro presente.
Cabe destacar la disposición de los organizadores para que se dé un ida y vuelta entre expositores y el público. Para pensar colectivamente, instancia clave para la formación.
Quedó latente en las diferentes intervenciones, el desafío del movimiento obrero, cómo construir una comunicación política que supere la instancia corporativa. Cómo volver sobre las bases de aquellos programas históricos que instaban a pelear por la liberación nacional y social.