Los trabajadores celebran la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner
Para Rubén Ruiz, Sec Gral de la Asoc de Trabajadores Jerárquicos del Gas (APJ), es el primero de una historia que tendrá varios capítulos
Por Hugo Gulman
Se han escrito es estos días miles de líneas dedicadas a valorar la reciente inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) y los próximos proyectos que se enfocarán a ampliar considerablemente las redes de gas.
Desde el sector de los trabajadores la apertura del gasoducto es una gran noticia, ya que una obra de infraestructura de esta magnitud, dedicada a la energía, no se veía desde hacía muchísimos años en el país.
Por esa razón, para Rubén Ruiz, Secretario General de la Asociación de los Trabajadores Jerárquicos del Gas (APJ), es tan solo el primero de una historia que tendrá varios capítulos.
Este es el primer tramo del GPNK, de 573 kilómetros, que dentro de unos días cuando estén listas las plantas compresoras que empujan el gas, que es una cada algo más de cien kilómetros, podrá transportar 22 millones de metros cúbicos por día. Luego, al concluir el segundo tramo de Saliqueló a San Jerónimo, al sur de la provincia de Santa Fe, alcanzará 44 millones de metros cúbicos por día. Si se tiene en cuenta que hoy se consumen en 320 y 340 millones diarios se comprenderá la importancia de la obra recién inaugurada.
Rubén Ruiz, Secretario General de la APJ
Mirada Gremial: Pronto serán licitadas nuevas obras adicionales. Cuando se habla de un ahorro de 4.300 millones de dólares para el país, ¿se refieren a toda esa obra completa o sólo con esta parte que se hizo?
Rubén Ruiz: Lo que pasa con los ahorros va a depender del precio internacional en ese momento, no me animaría a hablar de cifras exactas. Por ejemplo, hace un par de años el petróleo estaba por arriba de 100, y hoy está por abajo de 70. Con el gas la relación es menor, pero pasa. Seguramente habrá ahorro porque se va a dejar de importar una parte importante de los barcos de gas natural licuado que hoy cuestan miles de millones de dólares.
El dirigente considera que esta obra fue una decisión política pensada y necesaria porque los productores que sacan el gas por algún lado deben transportarlo para el consumo. Era imprescindible la construcción porque cuando haya más gas se va a importar menos gas natural licuado, además de la probabilidad de exportar el excedente.
El segundo tramo recorrerá desde Saliqueló hasta San Jerónimo y se vincula con la transportadora de gas del Mercosur que termina en Uruguayana, el territorio brasilero. “Si la burguesía brasilera, como aparentemente todo indica, construye un gasoducto entre Uruguayana, en Porto Alegre, y San Pablo, habría una vía de exportación del gas que sobrante. Además, podríamos exportar gas a Bolivia, cuyo flujo provisoriamente está declinando”, precisó Ruiz. Por lo tanto se puede exportar gas de Tratayen hasta Brasil teniendo en cuenta que se pueden utilizar también los gasoductos bolivianos. Es un combo que puede asegurar bastantes millones a las arcas argentinas.
Mirada Gremial: ¿Le dejará ganancia al pueblo argentino con una reducción de las tarifas? ¿Irá una parte desde Saliqueló hasta el Polo Petroquímico Bahía Blanca? ¿Le llegará el gas a Tierra del Fuego para producir insumos que actualmente se importan, como fertilizantes, por ejemplo?
Rubén Ruiz: Bueno, de hecho, la planta de fertilizantes más grande que hay en Argentina está en Bahía Blanca. Y la mitad del fertilizante que se produjo en Argentina es urea y la disponibilidad de gas natural va a permitir que esa producción se duplique. Así que eso es una variante también de esto y además hay una obra de Cardales a Mercedes, en el oeste de la Provincia de Buenos Aires, que es la que va a vincular los dos gasoductos existentes, las dos transportadoras, la del norte y la del sur, y eso va a permitir que si hay mayor consumo en Bahía Blanca, prestar el gas.
Mirada Gremial: ¿Cómo es prestar el gas?
Rubén Ruiz: Trataré de explicarlo. Si en el norte argentino hubiera más consumo, que TGS se lo prestara a TGN. Así que esa posibilidad de consumo de ida y vuelta va a existir porque una de las obras complementarias de este gasoducto, es el de Cardales-Mercedes, y eso va a impactar, depende de la demanda, de las otras transportadoras. Así que efectivamente eso es así, no solo con la producción de algún fertilizante, por ejemplo, sino que eso impacta básicamente sobre el campo. Así que potencialmente podría existir la posibilidad de que baje la tarifa.
Aunque la información que disponen los gremios aún es parcial y extraoficial, podría agregarse otro gran yacimiento más al sur, ya en Chubut, que aún no ha sido explotado, y en el norte de Santa Cruz también hay otro descubrimiento. Además están las obras offshore, en Tierra del Fuego se está construyendo y que va a explorar a unos kilómetros de Río Grande. Hay posibilidades de nueva producción hidrocarburífera en varias etapas y a través de varios canales. En lo que sí coinciden todos como relevante es en plantear que el gas es un recurso no renovable y hay que usarlo mientras existe.
Seguramente, en 20, 30 o 40 años la matriz energética de Argentina y del mundo cambie totalmente. Quizás se deje de usar hidrocarburos y se use energía eólica, solar, hidrógeno o lo que fuera. Entonces parece razonable durante estas décadas utilizar el combustible que nos permita llegar a esa etapa en mejores condiciones del gas natural. Una razón es que sigue siendo el más barato y es el menos contaminante. Otra razón es que a ese cambio de matriz energética se dirige el mundo, por eso es bueno usarlo mientras sirva y lo tengamos.
Mirada Gremial: A lo largo de las cuatro provincias que ocupa el gasoducto Néstor Kirchner, se vio que las economía locales fueron afectadas positivamente, traccionando hotelería, restaurantes, lavaderos de ropa, y todo lo que se relaciona con los servicios. ¿Esto afectó positivamente tu gremio?
Rubén Ruiz: Básicamente la construcción de un gasoducto no impacta donde estamos nosotros, empieza a impactar ahora, porque la operación y el mantenimiento de los gasoductos es lo que hacemos nosotros, no la construcción de gasoductos. Imaginate que se emplearon 45.000 puestos de trabajo, básicamente en la provincia de La Pampa porque hubo 29 km de los productos en Neuquén y unos 70 km en la provincia de Buenos Aires, y los 573 en Buenos Aires, casi 500 fueron la provincia de La Pampa. Así que imagina el impacto que produjo 45.000 trabajadores en una provincia que tiene 400.000 habitantes.
Mirada Gremial: ¿Y a partir de ahora?
Rubén Ruiz: Ahora, después de esa obra quedan la operación y mantenimiento del gasoducto, las plantas compresoras, la medición, la regulación. Todo eso implica la necesidad de puestos de trabajo que impactan directamente en la industria del gas natural. Previo a eso impacta en la industria de la construcción, de la logística, de sistemas, de la metalurgia. Para dar un ejemplo, la chapa que se produjo en estos 573 kilómetros se hizo en una fábrica que tiene Techint en Brasil, pero impactó en la industria metalúrgica de Avellaneda, de Gran Buenos Aires, porque se dobló en la fábrica Siam. Y además salieron miles de camiones durante todos estos meses para transportar los caños que tienen 12 metros de largo y 36 pulgadas de diámetro. O sea que impacta no sólo en el trazado de los productos sino en toda la construcción y en diferentes lugares. Avellaneda no tiene nada que ver con la Pampa, sin embargo impactó en 300 puestos de trabajo.
Durante el verano, en el sur fue incesante el paso de camiones que transportaban caños, equipamiento y maquinarias gigantes. Ruiz explica que las obras de infraestructura de gas natural que pasan por lugares menos poblados, como las plantas compresoras, por seguridad siempre están fuera de las grandes ciudades; y los gasoductos, los caños de los gasoductos troncales pasan por fuera de las ciudades. Por lo tanto, cuando se ve la construcción de una obra de esta naturaleza es más impactante porque no está dentro del centro urbano, está por afuera. Entonces cuando se ven miles de trabajadores o cientos de camiones o maquinaria de tecnología de punta, se nota muchísimo más en un paisaje, más aún en una provincia como La Pampa que es más desértica.
Mirada Gremial: Este proyecto se concretó con un dinero generado de un impuesto solidario que se votó en el Congreso por única vez, es decir, un dinero genuinamente recaudado. Y construido por manos privadas, pero con administración estatal. ¿Esto desde el gremio se ve positivamente?
Rubén Ruiz: Por supuesto, nosotros fuimos de los primeros sindicatos que bancamos que se tenían que hacer este gasoducto, por una razón elemental, por esto que yo te decía antes, un recurso natural hay que usar bien, porque nosotros somos conscientes de que nuestra industria también impacta sobre el suelo físico de la Argentina, así que hay que tener cuidado con eso, porque el cuidado de la casa común es algo que nosotros debemos advertir, tenemos que tener claro eso también, pero este primer tramo se hizo con plata totalmente de los argentinos. Primero porque se sacaron el 25% del impuesto a la riqueza, que fue muy discutido pero que se sacaron para esto, y segundo porque se distribuyeron partidas de diferente manera en el presupuesto nacional, y cuando uno dice presupuesto nacional dice los impuestos que pagamos todos. Aquí no hubo guita de afuera. En un momento complicado se hizo con plata de los argentinos. En el segundo tramo ya no alcanza distribuir nuevas partidas porque el presupuesto no es de goma. Así que se está buscando financiamiento internacional. Se necesitan unos 750 millones de dólares más. Aparentemente 500 millones ya están comprometidos. Faltan 250 que seguramente se conseguirán y en septiembre se va a hacer la licitación del segundo tramo.
Mirada Gremial: Además quedó un importante capital en conocimiento maquinarias, etcétera, ¿no?
Rubén Ruiz: Bueno, esa era una debilidad de la Argentina, por eso se contrataron 50 soldadores turcos que tienen bastante experiencia en soldaduras automáticas, que no se usaba en Argentina. Ellos fueron capacitando a los soldadores argentinos en el camino de la construcción del gasoducto, así que suponemos que varios centenarios de estos soldadores, que ahora saben cómo aplicar esta tecnología, serán contratados para el segundo tramo. Eso también nos tiene que hacer pensar dónde está la escuela técnica de Argentina, cuán cerca están las universidades de la producción que necesitamos. Por eso digo que se abre un nuevo capítulo, esta obra la hizo Enarsa, hubo una pelea muy sorda al principio porque había muchos que decían que el gasoducto nuevo tenía que ser propiedad de las petroleras y sin embargo venció la idea de que fuera propiedad del Estado. Por supuesto después se concesionó a industrias privadas la construcción y ahora la operación de mantenimiento, pero la propiedad es de los que pusieron la plata, es decir, de los argentinos. Eso me parece importante.
Mirada Gremial: La última, nuestro programa se llama Horas Extras, es un programa dedicado absolutamente al mundo del trabajo, por eso la última pregunta va dedicada al gremio. Los posiciona mejor este gasoducto y la proyección de los que vienen como para mejorar las negociaciones paritarias?
Rubén Ruiz: Bueno, vos sabes que las negociaciones paritarias en este país, según el lado que se mire, siempre hay una excusa para decir que los trabajadores piden demasiado, aun cuando les va bien. Si. Pero efectivamente el hecho de que la industria natural sea poco público de debate, de discusión, nos pone en otra posición. Es decir, ninguna empresa ahora va a poder decir que está peor que antes. Sería ridículo. Sin embargo puede pasar, esto es exactamente allí, estamos acostumbrados a que sea así. Nosotros, los más veteranos, venimos de Gas del Estado y ya hemos pasado varias épocas en donde siempre las privatizadas dicen que la culpa la tiene tal o cual, el gobierno, la falta de tarifa, el invierno que es más benigno que antes, etc. Así que, argumentos para embarrar la paritaria puede haber, pero creo que hay un sentido común colectivo que nos pone en mejor posición porque está claro que hay mayores recursos, hay más crecimiento de la actividad, hay más plata para los dueños de las empresas y precisamente por eso hubo una disputa muy grande por quién construía el GPNK, quién ponía la plata, cómo va a ser la factura en algunas provincias de acá adelante, cómo serán las audiencias públicas con las empresas que son dueñas del gas, cuando van y dicen que tiene que ser más caro ¿se entiende? No son sólo las paritarias, sino la vida colectiva de 9 millones de usuarios en Argentina.
Horas Extras, los miércoles a las 15 en http://www.radiocaput.com con Vilma Noce, Enrique Garrido y Hugo Gulman