Flavio Vergara: “Esta ola no se puede transformar en un tsunami, hay que pararla”

Es virólogo y contrajo COVID con ambas dosis aplicadas. Su vivencia y el llamado urgente a cuidarse

Flavio Vergara en uno de los investigadores que recibió al Presidente cuando visitó el Instituto Malbrán

Flavio Vergara trabaja desde hace muchos años en el Instituto Malbrán y si algo sabe, es cómo hay que relacionarse con virus y vacunas. Al ser el único inoculado de la familia, ante el contagio de su hijo lo mejor era ocuparse él del su cuidado. Aún así, la contagiosidad del COVID lo alcanzó y lo llevó durante diez días a un hospital. “Esta ola no se puede transformar en un tsunami, hay que pararla”, pidió.

Recuperándose, volviendo al ruedo y conociendo muy bien cómo accionan el virus y la vacuna, considera que lo importante es que las vacunas son una herramienta fundamental que produce defensas, pero no es infalible. «Si te enfrentás al virus la vacuna te ofrece un ejército que te va a defender, te asegura una enfermedad leve y te garantiza no morir ”, explicó.

En relación a su contagio, tiene claro que si no hubiera estado vacunado hubiese terminado con respirador y dando batalla de otro tipo contra la enfermedad. «Soy una persona de riesgo, obeso e hipertenso, por lo que tenía varios casilleros de riesgo a tener en cuenta”, relató.

Son tremendos los que defienden una libertad que se parece más a suicidio o genocidio»

Flavio, que además es integrante de la Mesa Nacional de ATE, plantea que es necesario comprender que la vacuna es un bien social y no hay que caer en las dudas que difunden de manera malintencionada algunos medios de comunicación. Y es social, entre otras razones, porque si bien la posibilidad de contagio se mantiene presente, la inmunidad de la pobleción permitiría mantener los servicios de salud disponibles ante cualquier eventualidad. «El laburante de la salud no para desde hace más de un año y está agotado», dijo.

Es triste ver que hay  príncipes árabes que compran vacunas para revender mientras hay países que no recibirán ninguna este año»

Vergara formó parte del comité de crisis que se organizó en el Barrio 31 cuando en marzo 2020 estallaron los contagios y dice ser hoy «un paciente de la primera ola que no agarró el stress del sistema hospitalario que está ocurriendo en este momento”.

“Estamos atravesando la segunda ola, es como cuando rompe la ola y se la traga la arena. El efecto de la vacunación es que la ola se disuelva y sea tragada por la arena. La ola ya está enroscando, esperamos que se corte”, simboliza en la entrevista con Hugo Gulman en Radio Rebelde, por eso remarca que debemos pensar en una conducta social y esperar la llegada de las vacunas.

Estamos entre los veinte países que más vacunas reciben y se dice cada pavada que da miedo”

El virólogo manifestó que si la gente comprendiera que con quince días parando de verdad la actividad cortamos la circulación porque el virus se mueve cuando nos movemos nosotros, hay que frenar la actividad para que frene el virus. «Habría pérdidas pero sería recuperable; pero cuando la gente se junta arranca con distancia y al rato se saca el barbijo, se abraza y se descuida”, expresó.

En ese sentido, propone que viajemos en los colectivos con puertas y algunas ventanas abiertas, en pensar que en los encuentros con amigos hay que decir no te abrazo porque te quiero. “Hay conductas que habrá que incorporar como nueva normalidad”, propuso.

Finalmente, destacó que aunque nuestro país está entre los veinte que más vacunas reciben en el mundo, nos enfrentamos con acciones y declaraciones sin sentido. «Se dice cada pavada que da miedo, son tremendos los que defienden una libertad que se parece más a suicidio o genocidio», concluyó.