Procesaron a un dirigente macrista por pedir «fusilar» a Cristina Kirchner
La justicia federal procesó Román Gutiérrez, ex candidato de Juntos por el Cambio e integrante de la Sociedad Rural que en agosto del año pasado había pedido fusilar a la vicepresidenta Cristina Kirchner y a sus seguidores.
El juez federal Carlos Villafuerte Ruzo procesó al dirigente macrista oriundo de Pergamino que realizó un llamado a «fusilar» a CFK tan sólo 5 días del fallido intento de asesinato del pasado 1 de septiembre. El procesamiento es por el delito de incitación a la violencia pública, sin prisión preventiva.
En su fallo Villafuerte Ruzo remarcó el “desprecio frente a la ley” por parte de Román Gutiérrez, ex candidato a concejal de Juntos por el Cambio e integrante la Sociedad Rural local.
Justamente es ahí, en las redes sociales, donde se presenta como “argentino productor agrícola ganadero y comerciante, luchando por mis hijos de este gobierno improvisado de corruptos, soy del 41 por ciento”.
A su vez la denuncia en su contra se radicó el 6 de septiembre, luego del fallido intento de asesinato de Cristina Kirchner. Fue un miembro de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos de Pergamino quien denunció a Gutiérrez en la fiscalía federal de San Nicolás, mientras que la Secretaría de Derechos Humanos también se presentó ante Comodoro Py.
Ellos son seres de paz y amor.
Román Gutierrez. Ex candidato a Consejal por JxC en Pergamino.
Productor agrícola y contratista . Un capo el ñato pic.twitter.com/vr9BzQp9xU— Marga Wirkierman ???? Марга Виркирман (@MargaWirkierman) August 30, 2022
El fiscal Matías Di Lello dio cuenta que el imputado agredió verbalmente a la vicepresidenta con el objetivo de incitar a la violencia colectiva en su contra, por lo que pidió que sea citado a declaración indagatoria.
Por su parte, el juez Villafuerte Ruzo procesó sin prisión preventiva al dirigente macrista y le trabó un embargo de 100 mil pesos sobre sus bienes.
Además, explicó que sus dichos “traslucen una actitud irreverente y de desprecio frente a la ley, todo ello sumado al tono provocador e imperativo de las alocuciones que fueron claramente dirigidas al público presente” que “demuestra la idoneidad de sus palabras para generar el peligro requerido por el tipo”.
También señaló que es “indiferente la actitud posterior que los receptores decidieran asumir” remarcando que el derecho a la libertad de expresión no es absoluto y puede ser objeto de restricciones y plausible de reproche ulterior, en base a su ejercicio abusivo.