Desarrollo tecnológico argentino: apoyo a 1700 pymes y cooperativas

Es a través de la Agencia Nacional de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, que incluye el FONTAR, el FONSIT y el FONARSEC

Días atrás el presidente Alberto Fernández visitó una empresa textil que invirtió 20 millones de dólares en tecnología. Se trata de una tintorería industrial que emplea a más de 200 trabajadores y tiñe más de 1000  kilos mensuales de telas para la industria textil.

El marcado crecimiento pudieron concretarlo porque tuvo el apoyo del Fondo Tecnológico Argentino, el FONTAR, que está a cargo de Fernando Peirano, presidente de la Agencia Nacional de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación por parte del FONTAR, el Fondo Tecnológico Argentino, organismo que brinda apoyo a muchas empresas. “Es interesante destacar este trabajo que estamos haciendo porque son acciones que a veces pasan desapercibidas, ya que las portadas de los diarios guían la información en otras direcciones”, manifestó Peirano a los periodistas Larry Levy y Hugo Gulman en el programa Quedate con el vuelto, por Radio Rebelde.

Con el aporte del FONTAR se generó una herramienta que hizo un enorme aporte a la pelea contra la enorme desocupación a la que nos llevó el macrismo, constituyendo fuentes de trabajo genuinas. “Nos aproximamos a este tema pensando que la tecnología destruye el trabajo, lo reemplaza y en verdad tenemos un panorama amplio y podemos atestiguar que no es lo que ocurre en Argentina, que es un país con una industrialización aún en marcha y que necesita apuntalarse con estos recursos tecnológicos. Y yo creo que lo ven trabajadores de sectores industriales y de sectores de servicios, que están creando más de mil puestos de trabajo formales por mes en informática y servicios asumidos a la economía del conocimiento y llevamos muchos meses en esta tendencia”, sostuvo Peirano.

El sector tecnológico, por otra parte, tiene la habilidad de convertir pesos en dólares porque invertimos pesos pero hoy la economía del conocimiento genera 7.800 millones de dólares de ventas al exterior. “Es gente que trabaja en un ecosistema que debe estar organizado, soportado por políticas públicas que se expresan en la formación de nuevos investigadores, en la investigación científica y en la innovación tecnológica, adonde hay que inducirla para que el sector privado también forme parte de todo este crecimiento”, planteó Fernando.

Pregunta: ¿Cuál es la tarea específica del FONTAR? Además de lo que explicaste también la de financiar o conseguir financiamiento para la renovación tecnológica de las empresas?

Peirano: El FONTAR es una de las tres piezas que tiene la agencia que me toca presidir. Nosotros tenemos tres fondos en Argentina. El FONSIT para apuntar a la investigación científica, por ejemplo, todo el semillero de investigaciones que en la pandemia dieron tanto fruto, que ayudaron tanto al sistema de salud, están vinculados ahí. Tenemos hoy una vacuna para hacer frente al COVID a punto de ser aprobada por la ATMAT y salió de este trabajo de investigadores de Argentina. El segundo fondo es el FONARSEC, donde generamos consorcios públicos privados y también start-ups, nuevas empresas de base tecnológica. Hemos trabajado en temas de salud, alimentos, energías renovables, producción verde, transición digital… Y el tercer fondo es justamente el FONTAR: hoy, más de setecientas pymes desarrollan tecnología con créditos blandos o subsidios, según el proyecto.

El objetivo central es avanzar y apoyar un sector productivo firme, sólido y que pueda responder a todas las demandas que hoy existen. Por lo general, son ideas nuevas, cuestiones innovadoras o que le dan una ‘vuelta de tuerca’ a algo ya existente, o para empresas que tienen la posibilidad de exportar o desarrollarse. “Cuando encontramos una empresa que tiene un proyecto de inversión que lo quiere potenciar, asumiendo riesgos en materia de tecnología, cosas que no sabe si le van a salir o no, si va a poder acceder a esa tecnología, si lo va a poder resolver, ahí estamos presentes para alentarlo y sumar a ese proyecto de inversión y el riesgo tecnológico.  A veces son novedades locales, a veces internacionales, eso depende un poco”, precisó en entrevistado.

Otra importante tarea que lleva a cabo el FONTAR en estos últimos años es con laboratorios de calidad, de I + D, en un sector como el de biotecnología, que se expresa en soluciones para el agro, la industria farmacéutica, la salud de los animales. Es un sector que se está modernizando y transformando, incorporando nuevas capacidades de investigación y desarrollo, a razón de 30 laboratorios por año, que es muy importante para este sector de PUNTA, como es el de la biotecnología. Es una tarea en la que se profundiza la interrelación con otros organismos, como el INTI y el INTA, que combinan siempre la unión de público y privado. “La Argentina no sólo se distingue por tener tres premios nobel en su historia, que esto habla de una escuela de formación de científicos que llega hasta el presente, sino también se distingue porque además de científicos tenemos un sistema, una trama institucional pública muy diversa de distintos organismos, el CONICET, la CONEA, el INTI y el INTA, la agencia también financia equipamiento, proyectos que se desarrollan ahí que nos permiten poner los pies en territorios nuevos como es el del hidrógeno, del litio”, describió el funcionario.

La agencia hoy tiene 9.000 proyectos. Hay 6.000 vinculados a ciencia básica y aplicada, pero hay 3.000 vinculados a desarrollo tecnológico y en esto hay un sistema, hay una trama de instituciones, un soporte: es un elemento clave para aprovechar todo nuestro potencial. No siempre está este apoyo, porque hay gobiernos que aportan y gobiernos que no, como el que presidió Mauricio Macri, y esto es también parte de la discusión y los pros y contras a evaluar antes de decidir el voto.

Pregunta: ¿También unen puntas entre quienes tienen algún proyecto para el cual les falta la financiación y alguna empresa dispuesta a invertir o fusionarse?

Peirano: Hoy lo que estamos haciendo, por ejemplo, es financiando las primeras etapas de ideas que salen de un laboratorio científico y se determinan en una solución útil en términos de producción, en términos de resolución social de algún problema. Por ejemplo, en Rosario hay una empresa que nació de una idea de la Universidad del Conicet. Esa empresa recibió de nuestra parte 250.000 dólares que le mostró un prototipo, 09:59 la idea funcionó y luego se le sumaron 14 millones de dólares de inversión privada y esta empresa genera una enzima industrial que permite aprovechar mejor la extracción de aceite de la soja, a tal punto de sacarle entre 2 y 5 por ciento más a toda nuestra producción de soja, en materia de lo que es el valor agregado que hoy donde tenemos de la soja.

Pregunta: Esto en términos económicos ¿cuánto representa?

Peirano: Obtener más aceite de soja nos permite tener exportaciones de más valor. O sea, empezamos con una inversión del Estado de 250 mil dólares, se le sumaron 14 millones de dólares del sector privado y el país tiene 500 millones de dólares más de exportaciones. Este es el camino que tenemos que continuar, tenemos que multiplicar estos casos, porque esta es la transformación real de nuestra matriz productiva, donde la ciencia y la tecnología tienen mucho para decir.

La vacuna argentina contra al COVID es fundamental, nos va a dar soberanía tecnológica y sanitaria, nos va a permitir evitar la situación que vivimos en la pandemia donde un virus cruzó con total facilidad las fronteras, pero las vacunas no las cruzaron con igual facilidad, y para muchos países representó una situación crítica.  Para la Argentina este proyecto es la unión de muchas piezas que nacieron de una idea en la Universidad de San Martín, el FONTAR la vinculó con el laboratorio argentino Cassara. La llevamos al ANMAT para que conduzca la investigación en voluntarios y hoy estamos a las puertas de tener una resolución y que el Ministerio de Salud compre una cantidad importante de vacunas para la estrategia de inmunización del próximo año. “Es una historia de impacto, que nos explica que hay que tener investigación e ir enlazando muchas piezas para que las buenas ideas se conviertan en soluciones tangibles”, dijo.

Pregunta: el litio y el hidrógeno verde, como la soja y otros productos son negocios a los que se les puede sumar mucho valor agregado. ¿Con qué se puede avanzar más allá de las baterías?

Peirano: Justamente días atrás el ministro de Economía Sergio Massa nos convocó junto al ministro Daniel Filmus a todo el sector de la biotecnología y expresó la misma inquietud por subir escalones en el valor agregado si vinculamos recursos naturales, producción y conocimiento. Si unimos estas tres piezas crece el valor.

Peirano indica que hace poco se reglamentó una ley de promoción de la biotecnología moderna y la nanotecnología, cómo el sector público y privado pudo colaborar para que los recursos naturales que tiene Argentina los aprovechemos pero que también tengamos la llave para obtener los beneficios de esos recursos naturales. Y esa llave-sostuvo- no es ni más ni menos que el conocimiento. “Es una ecuación que la tenemos que pensar en vista del futuro de la Argentina: ¿qué país queremos? ¿Un país con un modelo donde entreguemos nuestros recursos naturales o los utilicemos como una pieza de rompecabezas?”, preguntó retóricamente.

Pregunta: Esta oficina, esta área, ¿existía antes de la llegada de Alberto Fernández al gobierno? ¿Existía pero había sido desmembrada por el macrismo? ¿Cómo era antes?

Peirano: Esta agencia tiene 25 años en Argentina y sufrió duramente la época del gobierno de Macri. La gestión anterior entendió que no había que apoyar a las pymes argentinas para desarrollar tecnología y desmembró el FONTAR. No había subsidios, no había créditos para las pymes porque se entendía, como se entiende desde esa concepción política, que la tecnología es algo que vamos a buscar afuera. El FONTAR fue revitalizado en esta gestión, lo volvimos a poner en marcha, pusimos en marcha las convocatorias para recibir propuestas y ahora hay una agencia revitalizada que se jerarquizó también en su estructura junto con la reaparición del ministerio porque no hubo ministerio de ciencia y tecnología como no hubo ministerio de salud ni de trabajo al comienzo de este gobierno.

Pregunta: ¿Miramos al norte para buscar tecnología y no se confía en la capacidad local, en la capacidad argentina de resolver este tipo de desafíos?

Peirano: Vimos estos días un video que hablaba de las muchas y extraordinarias capacidades que tiene el país, y es  bueno recordarlo en un año donde tenemos que votar, entre otras cosas, si creo que en nuestro país tenemos que reforzar la ciencia y tecnología, esa es la gran divisoria de agua. Si tenemos confianza en nuestros científicos y científicas, si tenemos orgullo de ellos, de nuestras pymes, de la innovación. Me parece muy bueno que se pueda mostrar y compartirlo para que cada uno saque sus conclusiones al momento de votar.