Política

El Llamamiento Argentino Judío envió una enérgica carta a la DAIA

Representante político de un importante sector progresista de la colectividad, marcó la diferencia con la DAIA, que se arroga el derecho de opinar en nombre de todos los argentinos de origen judío

Esta semana, la reunión que el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, mantuvo con dirigentes de la AMIA y la DAIA, provocó la reacción del Llamamiento Argentino Judío, que las considera como la expresión comunitaria de Juntos por el Cambio y responsable de la persecución y el encarcelamiento de respetados dirigentes populares.

Hoy, el Llamamiento emitió un nuevo comunicado en el que publica la carta enviada esta semana a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), en la que expresa enérgicamente que las organizaciones añosas se están arrogando una representatividad que no tienen, ya que el sector progresista de la comunidad judía no se siente contenido por ellas desde hace muchos años.

Historia del Llamamiento

El Llamamiento Argentino Judío se conformó en 2015 y es una institución integrada por hombres y mujeres argentinos y judíos deseosos de contribuir a la profundización de la democracia, la equidad social y la soberanía para todos los habitantes del país, representan a los sectores de la colectividad judía que se sienten progresistas y bregan por un judaísmo plural que dé cabida a quienes se sientan identificados con cualquier elemento que los vincule con la tradición y la cultura judías.

La DAIA, una institución de extensa actividad, desde hace algunas décadas se autoarrogó la representación política de la comunidad judía argentina, en tanto la AMIA es una mutual que asomó a la escena pública luego del trágico y criminal atentado a la sede de la calle Pasteur.

Sin embargo, bajo el discurso de preservar a la comunidad judía de ataques antisemitas, la DAIA ha venido sosteniendo políticas de alianzas con los sectores histórica y económicamente más reaccionarios de nuestra patria, aquellos que se han evidenciado como más xenófobos y excluyentes, llegando a negar públicamente durante la dictadura el especial ensañamiento que los represores ejercían sobre los detenidos desaparecidos de origen judío.

En ese sentido, el Llamamiento Argentino Judío sostiene que la DAIA, contrariamente a sus orígenes populares, democráticos y antifascistas, constituye actualmente la expresión política de los sectores más reaccionarios de la colectividad judía argentina, de aquellos que encarnan la concentración del poder y de la riqueza, y que no tienen ninguna vocación progresista ni inclusiva en el campo social.

El Llamamiento tampoco comparte el accionar de la dirigencia de ambas entidades en la causa del atentado contra la sede de la AMIA, al marcar que han mostrado mayor interés en defender los intereses geopolíticos del Estado de Israel, que en apoyar a los familiares de las víctimas en la búsqueda de verdad y justicia.

El comunicado

«Nadie puede hablar por la totalidad de nuestra colectividad»

Hacemos púbica y reproducimos abajo la carta enviada el pasado jueves 3 de junio:

Señores: Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA)

De nuestra mayor consideración

Nos dirigimos a Vds. en nuestro carácter de representantes del LLAMAMIENTO

ARGENTINO JUDÍO, asociación civil con personería jurídica, fundada el 19 de septiembre de 2015, como resultado de un acto multitudinario de miembros de nuestra colectividad, posteriormente inscripta en la Inspección General de Justicia bajo el No. 190751.

Al respecto queremos señalar que tanto vuestra institución como la nuestra, representan a distintos sectores de la colectividad judía en la República Argentina, que tienen una variada heterogeneidad en sus pertenencias y miradas ideológicas, políticas, culturales y de todo orden.

Ello resulta intrínsecamente inherente a cualquier colectivo en distintas naciones del orbe y particularmente en aquellas que pueden responder a un común origen étnico, cultural o también religioso.

En ese sentido, sus adhesiones pueden inclinarse hacia diversas entidades representativas de la vida judía en el país, aparte de vuestra institución o la nuestra. También pueden guardar independencia frente a todas.

Por tal motivo nos parece que resulta injustificado que continuamente, en las declaraciones que la DAIA emite, por la prensa escrita o en cualquier otro formato audiovisual, invoque la representación de toda la comunidad judía.

Esta afirmación es inapropiada, ya que dada la diversidad que describimos, no resultaría posible para una institución constituirse en portadora única de esa facultad.

Por otro lado, confunde a las autoridades nacionales y a la población receptora de esos mensajes, que piensa que la colectividad a la que pertenecemos es un todo homogéneo cuando es exactamente lo contrario. No tiene un pensamiento único frente a los continuos acontecimientos de la vida política y social, y en eso radica su riqueza como parte de un pueblo.

En el art. 2 de sus Estatutos, DAIA expresa que “ejercerá la representación política de sus entidades miembros y de la comunidad Judeo-Argentina ante las autoridades… en toda cuestión que sea de interés de las entidades asociadas o de personas pertenecientes a la comunidad judía.”. Entendemos que la primera parte de la norma es cierta pero la segunda no. Sólo representa a las entidades “miembros”, como expresa el Estatuto. Por eso es una entidad de tercer grado, de la cual como dice el art. 10 del Estatuto, forman parte esas organizaciones.

En la segunda parte, la referencia a la totalidad de la “comunidad Judeo-argentina” nos resulta inaceptable porque omite registrar la diversidad de pensamiento que existe en la colectividad. No existen en vuestros padrones ciudadanos o individuos de ascendencia judía sino entidades de variada tipología. Señalamos este rasgo porque en nuestro caso contamos con muchísimos adherentes que son personas físicas y sin embargo, nunca podríamos representar a toda la colectividad. Con menos razones puede sostenerlo la DAIA que ni siquiera tiene individuos como adherentes sino personas jurídicas o de existencia ideal.

Es también sugestivo que el Estatuto establezca en el art. 3 que quienes aceptan que DAIA es la representante política de la Comunidad Judía Argentina, sean las propias entidades que se agrupan en su seno. O sea que se otorgan ante sí mismos esa calidad que denominan “aceptación”.

Por otra parte, atribuirse la representación de la comunidad/colectividad judía argentina y, como reza su estatuto, representar los intereses de la totalidad, lesiona gravemente el derecho constitucional de libre asociación consagrado en el art. 16 de la Constitución Nacional. En este caso, en el derecho de todo ciudadano a asociarse o no y, con ello, a no ser representado por una asociación a la que no pertenece.

En atención a estas consideraciones queremos solicitarles que, en el futuro, se abstengan de invocar la representatividad de toda la colectividad argentino judía y adopten los procedimientos necesarios para ajustar las normas estatutarias a dicha realidad.

Es nuestra intención resolver este conflicto por medio del cordial diálogo democrático incluso público como lo hemos sugerido en varias oportunidades, de manera que continuemos coexistiendo ambas instituciones dentro de nuestra colectividad, reconociendo ambas el nivel de inserción.

Saludamos a Uds. muy atentamente.

PRESIDENTE: Marcelo Horestein

SECRETARIO GENERAL: Pablo Gorodneff

Dres. Cyntia Benzion , Bernardo Fischberg, Luis Kon,

Alfredo Kraut, Beinusz Szmucler

COMISION JURIDICA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *