Ley de infancias respetadas en asociaciones civiles de la Provincia de Buenos Aires
El senador Emmanuel González Santalla es el autor del proyecto que pone en agenda una cuestión social que compromete a docentes, directivos, funcionarios y familias
El 22 de junio se presentó en el Senado de la provincia de Buenos Aires el proyecto de Ley Infancias Respetadas en las Asociaciones Civiles impulsado por del bloque del Frente de Todos.
En la presentación estuvieron presentes la Subsecretaria provincial de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencia, Julieta Calmels; la Subsecretaria provincial de Políticas de Género y Diversidad Sexual, Lucía Portos; el Subsecretario provincial de Promoción y Protección de Derechos de la Niñez y la Adolescencia, Diego Ginestra; y la Directora provincial de Asociaciones Civiles y Mutuales, Maite Alvado.
La iniciativa busca prevenir y erradicar la violencia y la discriminación ejercida contra los niños, niñas y niñes; y garantizar el pleno ejercicio de su derecho al juego, la recreación y el deporte en el ámbito de las asociaciones civiles. “Cada 1000 que llegan a inferiores llegan a primera sólo diez y muchos quedan frustrados a corta edad, sin estudios, con la sensación de frustración y haber defraudado a sus padres”, precisó González Santalla.
Durante su intervención, además, destacó que los clubes sirven para crear ámbitos sanos de socialización y para identificar situaciones de violencia y pérdidas de derechos. “Lo que no puede pasar es que no esté el Estado formando y capacitando”, dijo.
En ese sentido, planteó que “la presión que ejercemos desde el mundo adulto sobre los pibes y pibas que desarrollan disciplinas deportivas o artísticas en los clubes de barrio requiere la intervención urgente del Estado, en articulación con las instituciones, para construir espacios más sanos de aprendizaje y desarrollo de las infancias”.
El Senador apuntó que clubes, entrenadores y familias tienen anhelos y frustraciones parecidas con la ‘locura’ que se genera los días de partidos y las presiones que se generan, al punto de haber detectado que algunas instituciones contratan por 2000 pesos a pibes que no son del club para mejorar la competitividad y ganar un partido. “Cargamos a los pibes con la presión de ser como nosotros o que sean lo que quisimos ser y no pudimos”, lamentó.
Finalmente, expresó que en la mayoría de los clubes los entrenadores son padres de chicos que van al club y ni siquiera reciben un salario, pero dejan tiempo con su familia para ocuparse aunque generalmente no cuentan con formación ni capacitación por parte del Estado para hacerse cargo de esa función. “Este es el momento de ponerlo en agenda y trabajar y muchos clubes nos están llamando para trabajar sobre el tema”, concluyó.