Política

Massa viaja a EEUU a reunirse con el FMI

El ministro y candidato a Presidente convocó a un gobierno de unidad que incluya a radicales y peronistas del PRO

Rumbo a Estados Unidos

Durante toda su carrera política, Massa se dedicó a generar buenos lazos con importantes referencias políticas norteamericanas, mayoritariamente dentro del Partido Demócrata -y también del Republicano- que actualmente se desempeñan en roles dentro del Departamento de Estado de Estados Unidos. Ahora es el momento para ponerlos en funcionamiento.

Con ese objetivo en mente, el ministro de Economía viajará este lunes por la noche a reunirse con autoridades de la Casa Blanca y del Departamento de Tesoro, como así también con el Directorio del FMI y funcionarios de otros organismos internacionales con sede en Washington como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Massa se reunirá el martes con la directora gerente de Operaciones del Banco MundialAnna Bjerde, y luego con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn.

Por la tarde, el ministro mantendrá un encuentro con el subsecretario para Asuntos Internacionales, Jay Shambaugh y con el secretario asistente para Mercados Internacionales, Michael Kaplan, ambos del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Por la noche, está prevista una cena junto con funcionarios de distinto rango de la Casa Blanca. Los asesores especiales del gobierno de Joe Biden, Jake Sullivan, Juan González y Chris Dodd suelen ser interlocutores habituales del ministro en sus viajes a Estados Unidos.

El miércoles por la mañana, Massa se reunirá con el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Brian Nichols.

Más tarde, el jefe de la cartera económica se reunirá con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, para intentar negociar una ampliación de los desembolsos que el organismo tiene previstos para la Argentina, en el marco del Acuerdo de Facilidades Extendidas vigente.

La Argentina buscará negociar una extensión de los desembolsos si la votación del miércoles del directorio del FMI concluye de manera favorable, con el objetivo de sumar a las reservas y poder intervenir en el mercado financiero de cambios.

El ministro había anticipado días atrás que el objetivo era lograr desembolsos por algo más de 10 mil millones de dólares, para reforzar aún más la posición de las reservas.

Massa llevará en la comitiva al jefe de asesores Leonardo Madcur, al secretario Legal, Ricardo Casal, y el secretario de Asuntos Económicos y Financieros, Marco Lavagna.

El «reseteo» de la campaña y el «gobierno de unidad»

Pese a haber dicho que en los próximos días será mucho más ministro y menos candidato, Sergio Massa no pierde de vista el objetivo de remontar los resultados de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

A pesar de que Massa fue el segundo candidato individual más votado -detrás del «libertario» Javie Milei- Unión por la Patria fue la tercera fuerza de las primarias.

En el comando de campaña de UP comenzaron las recalibraciones tras el resultado del 13 de agosto, luego de que se multiplicaran las críticas internas al enfoque electoral que sugirió el consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí -y que buena parte de UP compró-, que aconsejaba llegar a las PASO sin hacer olas para mostrar un piso del 30%.

El propio Massa demostró un cambio en el tono el pasado miércoles, cuando brindó una entrevista al canal de noticias TN, donde se mostró más confrontativodiscutiendo las ideas de Milei y explicando cómo solucionará los problemas actuales, heredados o creados por su propio gobierno, del que repite: “Yo no soy el presidente, soy candidato”. El fin de la moderación.

Horas antes, el ministro-candidato había estado reunido en el despacho de Cristina Fernández de Kirchner en el Senado. Ambos analizaron los números de la elección, hablaron de las medidas económicas y empezaron a definir el nuevo rumbo de la campaña. Decidieron “resetear” la estrategia electoral.

Los llamados «encuentros de cercanía» que se vieron antes del 13 de agosto y mostraron, por ejemplo, al tigrense en rondas de mates íntimas con jubilados quedarían atrás.

En la campaña entienden que desdibujaron el estilo de Massa, más parecido al dirigente firme en lo político de la entrevista de TN que al funcionario afligido de los spots del primer tramo de la campaña.

El objetivo ahora es «recuperar» al Massa «original«, el que saltó a la arena electoral pública en 2013 cuando formó el Frente Renovador, retomando ese estilo de retórica.

Y un punto central de dicha estrategia radica en la convocatoria que realizó el tigrense a ampliar el espacio de la política presto a enfrentar la amenaza anti-democrática de un hipotético gobierno de Javier Milei.

Massa dijo que, en caso de ser electo presidente, buscaría «un gobierno de unidad nacional e integrar un gabinete con radicales y con peronistas que hoy están en el PRO».

Como ya había hecho en la semana, el ministro de Economía comparó a Javier Milei y Patricia Bullrich, sus dos principales contrincantes para la primera vuelta.

«Plantean lo mismo, los dos soñarían a (Mauricio) Macri como ministro plenipotenciario por el mundo consiguiendo inversiones. Milei se animó a decirlo, Patricia todavía no. Lo más grave del jugueteo de Macri con Milei es que le falta el respeto a los votantes de Horacio (Rodríguez Larreta) y a los radicales. Entiendo que es parte de la bronca o de la angustia y de la renuncia de (Elisa) Carrió«, expresó en diálogo con Clarín.

El ex presidente de la Cámara de Diputados afirmó que se imagina compitiendo en un eventual balotaje contra Milei, y no así con Patricia Bullrich.

«Creo que está claro. La gente que ganó va a seguir intentando ganar y en todo caso además hay una enorme diferencia en la cantidad de votos. Bullrich tiene 2 millones de diferencia con nosotros y 4 millones con Milei. Me parece que eso está terminado. Por lo menos, por lo que vi de las primeras encuestas que se publicaron, pareciera ser el escenario más probable«, señaló.

Además, el ministro de Economía sostuvo que hay personas dentro de JxC que tienen más coincidencias con él que con Bullrich, como es el caso de «muchos peronistas que en algún momento se desencantaron» y de «radicales defensores de la escuela pública, de la gratuidad universitaria, de la movilidad social ascendente en la Argentina que que no tienen nada que ver con Bullrich», y agregó:

«Tienen mucho más que ver conmigo, con la identidad de origen del Frente Renovador«.

Massa explicó que, en caso de ser electo, buscaría liderar un gobierno de unidad nacional, con gente afín al larretismo y al schiarettismo.

«Sin dudas buscaría un gobierno de unidad nacional e integrar un gabinete con radicales y con peronistas que hoy están en el PRO. No voy a empezar a hacer nombres, porque van a empezar a elucubrar, pero probablemente terminen siendo. Hay dirigentes de otras fuerzas políticas, del espacio de Juan Schiaretti, que no sonaría ilógico que fueran funcionarios de mi gobierno. Me gustaría ver en el cuarto oscuro a muchos de los que integraron las listas de de Horacio (Rodríguez Larreta) en JxC el 22 de octubre«, declaró.

Además, UP irá en busca de los votantes que no fueron a los cuartos oscuros en las PASO, pero que sí podrían ir a votar en octubre. El ausentismo es el otro gran enemigo a derrotar en estas elecciones.

Si se afina el lápiz, el escenario “de tercios” que arrojaron las primarias también puede describirse como “de cuartos”, cuando se pone el foco en el 35% de los ciudadanos habilitados a votar que se abstuvieron (poco más del 30%) o lo hicieron en blanco (casi un 5%).

Si se comparan los resultados de las elecciones desde 2019, el peronismo habría perdido unos 6,5 millones de votantes y Juntos por el Cambio unos 4,1 millones.

Sin embargo, detrás de esos números se esconde un dato que analizan estos días en Unión por la Patria, ya que un estudio asegura que un 25% de esos peronistas votó a Milei pero que el 75% prefirió abstenerse. En el caso de los cambiemitas, los números se invierten: un 80% de ellos habría votado por Milei y solo el 20% restante faltó a la cita electoral.

De acuerdo a este razonamiento, la pecera donde podría pescar Massa en octubre sería bastante más grande que la que tiene disponible Bullrich y quizás también Milei.

De mira a captar el voto en blanco, en la provincia de Buenos Aires fue mayor a la escala nacional (4,5%), el 6,5% para la categoría presidencial y 11% para el resto de las categorías, cerca de un millón de personas.

En tanto, las listas de Guillermo Moreno, Mempo Giardinelli y Jesús Escobar (Libres del Sur), que sumaron cerca de 300 mil votos, son parte del electorado que el peronismo considera susceptible de ser seducido. A eso se podría sumar un porcentaje del voto moderado de Larreta. En la cuenta más pesimista, serían 260 mil votos, el 10% de lo que consiguió el jefe de Gobierno.

Quien ya llamó abiertamente a apoyar la fórmula Massa-Rossi fue el exprecandidato Guillermo Moreno, quien sacó cerca de 110 mil votos en las PASO.

En el fin de semana pasado, Moreno afirmó que, ante el panorama actual en el que Javier Milei se ubicó como el candidato más votado, seguido por Juntos por el Cambio y con el oficialismo en tercer lugar, es necesario «intentar que el movimiento peronista convoque a todos».

«Se reflexionó sobre lo que está aconteciendo en la Patria y nos pusimos de acuerdo en intentar que el movimiento peronista convoque a todos. Hay que convocar a algunos radicales para que acompañen un futuro Gobierno peronista en los órganos de control. Podemos generar una alternativa superadora para la Patria«, sostuvo Moreno luego de haber quedado afuera de las generales.

En la misma línea, en una entrevista en Crónica TV remarcó:

«Los peronistas y los radicales están muy complicados hoy. Por eso, llegó la hora del abrazo Perón y Balbín por la causa nacional. Acá lo importante no es el candidato. Es la causa la que tiene que convocar».

Otro de los que hizo público su cambio de postura fue Luis D’Elía, precandidato a gobernador bonaerense por el espacio de Moreno y acérrimo crítico de Massa hasta el domingo.

En las últimas horas, reveló que mantuvo un encuentro con la titular de Aysa y esposa de Massa, Malena Galmarini, en el que coincidieron «en la necesidad de unificar al Movimiento Peronista ante las graves amenazas generadas por el anarcocapitalismo contra la Patria y el Pueblo».

«Suspendemos cualquier debate interno y confiamos en poder construir con nuestros equipos técnico políticos un proyecto fundado en la Doctrina Peronista«, aclaró el referente del MILES a través de sus redes sociales, y remarcó:

«Convocamos a la Unidad del Movimiento Nacional Peronista, a militar y defender en todas las tribunas la propuesta SERGIO MASSA PRESIDENTE«.

 

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