La mayor parte de la sociedad argentina está de acuerdo en la necesidad de recortar el gasto público. Si así no fuera, probablemente el presidente no sería Javier Milei. Sin embargo, ese consenso no atraviesa por igual todas las áreas del Estado. Y el consenso sobre la necesidad de recortarlo parece estar achicándose: bajó del 80% en 2023 al 64% en 2024. En este marco, tres de cada cuatro personas rechazan los recortes en educación, salud, cultura, ciencia y tecnología. En tiempos de motosierra, la opinión pública dice que no todo vale.

Así lo refleja un estudio de Pulsar.UBA, observatorio de la Universidad de Buenos Aires especializado en el estudio de la opinión pública. Este mes acaba de publicar su tercer informe sobre Creencias Sociales: Estado, mercado y libertad en Argentina.

“Si bien disminuyó respecto del año pasado, hay un apoyo mayoritario a la percepción de que el Estado gasta demasiado”, señala el informe. Y refleja que “el giro hacia el ‘privatismo’ se consolida, con un 54% de los encuestados prefiriendo que el empleo sea generado por el sector privado. Esta tendencia se refleja también en la mayor confianza hacia las empresas privadas frente a las públicas”. En tanto, el 55% está “poco” o “nada de acuerdo” con reducir los subsidios a las tarifas. Ese porcentaje trepa al 59% en el AMBA.

Flashes sobre el gasto político

Ante un gobierno que está desfinanciando la ciencia al punto de poner en riesgo su continuidad, el estudio muestra que el 91% de las y los encuestados rechaza el recorte en educación y en salud, mientras que el 85% rechaza el recorte en ciencia y tecnología. Un poco más bajo es el rechazo al recorte en cultura: 72%. “Estos últimos puntos son estables con lo relevado el año pasado”, observa Pulsar.UBA, cuyo relevamiento se basa en una muestra nacional de 1.250 casos, mayores de 18 años, con diferentes niveles educativos, consultados en distintos puntos del país entre mayo y junio.

“Donde sí hay mayores consensos para aplicar los recortes es con relación a los planes sociales (60%, aunque con un marcado descenso respecto de 2023), al empleo público (66%) y a la política (88%). Son apoyos fuertes para dimensiones de la vida pública que aparecen en primera plana de la agenda diaria de debate”, se lee en el documento. La promesa era ir contra la casta y para ello había consenso, claro.

“El gasto político, de hecho, se lleva todos los flashes: los números son muy similares a los de 2023 y son transversales a todos los segmentos políticos de la sociedad argentina”, indica la encuesta. En relación a los planes sociales, en cambio, emerge la grieta: el 68% de quienes votaron a Unión por la Patria (UxP) en el ballotage está en desacuerdo con el recorte, frente al 74% de los de La Libertad Avanza (LLA).

Foto: Hernan Vitenberg

Entre estos votantes también se ven preferencias por las empresas privadas y el empleo en este sector, mientras que los de UxP se inclinan por las empresas y empleos públicos. Algo similar se da en relación a los servicios públicos: los votantes de LLA apoyan la privatización con control estatal, mientras que los de UxP prefieren una mayor intervención directa del Estado.

“Un 50% de los encuestados confía más en las empresas privadas que en las públicas (38%), lo que sugiere una nueva tendencia en contraste con el ciclo 2001-2020, tal como indican estudios previos”, advierte el informe.

Libertad pero no tanta

En materia de decisiones personales y libertades individuales, la premisa “mi cuerpo, mi decisión” parece encontrar avales para algunas cuestiones, y no para otras. El 76% de los encuestados apoya la eutanasia en situaciones médicas extremas. Aunque ese apoyo varía según niveles de religiosidad: entre quienes rezan al menos una vez al mes, el 70% está de acuerdo, mientras que este porcentaje sube al 82% entre quienes rezan nunca o una vez al año.

Aún bajo un gobierno donde el ministro de Justicia cuestionó la existencia de las familias no biológicas y negó la diversidad, la adopción homoparental genera acuerdos en el 67% de las personas consultadas. Por debajo, el 61% valida la posibilidad del alquiler de vientre.

En relación a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), derecho atacado por distintos referentes de la era Milei, este año el rechazo pasó a ser del 46% mientras que en 2023 el 59% de los encuestados se manifestaba en contra.“Los resultados señalan un cambio significativo en las tendencias sociales. Una renovada centralidad de lo privado y cierta retracción del Estado encuentran un respaldo mayoritario. Sin embargo, esta tendencia no es uniforme ni absoluta, dado que persiste un fuerte rechazo a recortes en sectores esenciales como salud y educación, así como una demanda de mayor control estatal sobre los servicios públicos privatizados”, concluye el estudio de Pulsar.UBA. Y añade: “Esta radiografía, aunque preliminar, sugiere una sociedad en proceso de cambio, con una aparente consolidación de un ‘consenso privatista’ en ciertas áreas, pero con una resistencia significativa en otras, especialmente en lo que respecta a los servicios esenciales y a ciertos derechos sociales. Esta combinación de apoyo al mercado y demanda de intervención estatal subraya la naturaleza compleja del debate actual sobre el rol del Estado en la vida económica y social de Argentina”.